CAPITULO 3
EL ASPIRANTE
Me fui a mi cuarto, tome un mochila y comencé a meter en ella las pocas pertenencias que tenía, un par de pantalones, uno de ellos roto, dos camisas y
una playera, además de los indispensable para el aseo personal, unas otras
cosas más y me dispuse a ir al lugar donde aviamos quedado de vernos, cuando
llegue no habían llegado ni el Cabo ni el Sgto, pero había un chavo con la
misma cara de miedo e incertidumbre que yo, se me acercó y me dijo…
¿Tú también te vas al ejército?
Si también, pero parece que el Cabo Tejada aún no ha llegado, a ver si
no tarda.
Pues ojala y no tarden, y que llegue antes de que me arrepienta
Si verdad.
No pasaron ni 10 minutos cuando se paró un carro cerca de nosotros y por
la ventanilla de asomaba el cabo y nos dijo
Súbanse.
Nos acercamos al vehículo, abrimos la puerta y en el asiento de atrás
viajan otros tres chavos más, cuando los vi supuse que sería un viaje muy largo
y sobre todo incomodo, nos acomodamos como pudimos en el asiento de atrás y el
Sgto nos dijo…
Que honda chavos ¿ya están listos?
Y con miedo le contestamos que si
Así comenzamos aquel viaje sin hablar, únicamente escuchando la
conversación del Cabo y el Sgto que nosotros prácticamente no entendíamos,
Yo me quedé dormido gran parte del trayecto, y desperté ya en la Cd. de
México, me quede mirando mirando por la ventanilla de carro, eran cerca de las
2 o 3 de la mañana, cuando de repente la imagen de la calle cambio, deje de ver
las casas y los edificios y comencé a ver una pared muy larga, pintada como de
un color verde opaco, yo sentía que pasábamos un muy largo camino y esa pared
no terminaba, pero llego el momento en el que el carro se detuvo, y pude ver a
varios soldados alrededor de vehículo, algunos haciéndole preguntas al Sgto,
que adonde se dirigía, que se identificara, que quienes iban en la parte
trasera del carro, que encendiera sus luces del interior, mientras otros
revisaban todo el carro, algunos otros nos alumbraban el rostro con sus
lámparas.
Después de algunos minutos nos dejar seguir nuestro camino, y el Sgto
dijo…
Bienvenidos al Campo Militar #1
Yo pensaba que por ser las 3 de la mañana no habría movimiento, pero
cuál fue mi sorpresa que a esas horas había soldados por todos lados, algunos
parados en las puertas, otros corriendo, vehículos iban y venían, y me dije…
Puta madre, a donde me vine a meter---
Pero recuerdo haber visto mi rostro en el reflejo del cristal, esa cara
de incertidumbre por no saber lo que me esperaba, pero al mismo tiempo pensaba
que por fin estaba en el lugar que desde muy niño había querido estar, pero
también mis ojos reflejaban mucho miedo, y las ganas de salir de aquel vehículo
se estaban apoderando de mí, pero también pensaba,
¿Y si me salgo? ¿Y si salgo corriendo? ¿A dónde voy? No conozco a nadie…
Al final de no me salí del carro, pasamos otro reten, me sorprendió que
fuera ya dentro del campo, y la misma rutina…
Esta vez la revisión fue más corta y nos dejaron seguir nuestro camino,
llegamos a un estacionamiento y el Sgto. detuvo el carro y nos dijo…
Bueno chavos duérmanse un rato, nos despertamos a las 6 para pasar al
comedor-
¿Me puedo fumar un cigarro? Le pregunte al Sgto.
¿Traes cigarros?
Si….
Pues pásame uno pero nos lo echamos afuera---- me dijo.
Nos salimos del carro y le di un cigarro mientras encendía el mío,
Como vez ya estás aquí--- Me dijo
Pues sí, ¿y aquí donde es?--- le pregunte
Es el 55 batallón de infantería, aquí está tu primo---me comento
¿Y dónde está?
Ahorita no hay nadie en la unidad, salieron de operaciones al Edo. De
Guerrero, pero no te awites regresan en unos 15 días más o menos, y ya lo
podrás ver…
Seguimos la conversación y yo le preguntaba lo que se me ocurría, que
como avía que comportarse, que es lo que iba a hacer.
Y él me respondía todas mis preguntas entre otros comentarios más.
Haya son los alojamientos, aquella es la comandancia, aquel es el
comedor, haya están los artilleros, pero haya no te metas porque entre los
artilleros y los infantes no se quieren, y tú vas a ser infante…
¿Y por qué “infante”?--- le pregunte
Todos los soldados que ingresan a los batallones de infantería se les
llaman “infantes” si hubieras entrado en otro lugar como en los regimientos de
artillería, serias “artillero”
Después de terminarnos nuestros cigarros entramos de nuevo al carro, y
nos dispusimos a descansar un poco…
Pasaron un par de horas…
Y al poco tiempo nos despertó el Sgto. y nos dijo que saliéramos, porque
íbamos a pasar al comedor, eran las 6 de la mañana y cual hambre iba yo a
tener, si estaba acostumbrado a desayunar a las 10 u 11 de la mañana,
El toque de una trompeta anunciaba que era la hora de pasar al comedor,
varios soldados comenzaron a salir de los edificios, y marchando se dirigían
hacia el comedor, el sargento no encamino hacia donde todo el personal estaba
formado, se formó el y detrás de él, nosotros…
Poco a poco iban pasando los soldados, hasta que llego nuestro turno de
pasar, pero en ese momento justo antes de entrar sentí un golpe en la espalda,
al voltear a ver quién avía sido el responsable de ese golpe, me sorprendí al
ver un rostro conocido, que con solo un gesto con la cabeza lo salude…
Pasamos al comedor en una fila, y no sabía qué hacer, solo imite lo que
los demás soldados hacían, tome una “charola” y seguí caminado hacia donde
estaban sirviendo la comida,
Jamón con huevo, frijoles bayos, una pieza de pan y un vaso de café,
formaban parte de aquel menú de alimentos, seguimos caminado hacia las mesas y
un soldado nos iba indicando donde debíamos sentarnos, afortunadamente me toco
sentarme junto con el Cabo y el Sgto. y otros soldados quien le dijeron….
¿Más carne fresca mi Sar?
Cállate cabrón que así tú también llegaste, ¿o que ya se te olvido?
Perdone mi Sargento…
Terminamos de desayunar y el sargento nos preguntó que si ya habíamos
terminado y le dijimos que ya, y nos dijo que nos levantáramos, y así lo hicimos,
salimos del comedor, y el Sgto. Nos llevó con otro Sgto., (de quien no recuerdo
su apellido) el cual era el encargado de los “reclutas” y le dijo…
Hay te los encargo--- le dijo al Sargento
Se quedan con él y le hacen caso a todo lo que les diga--- no dijo a
nosotros
Y se retiró…
El nuevo sargento nos pido nuestros nombres, y algunos otros datos más,
y nos dijo…
Pasen a formar con los demás, fórmense por estaturas. Ellos serán sus
compañeros ahorita ustedes son los nuevos, pero todos son “reclutas” en unos
minutos más van a pasar a lista todos los soldados pero ustedes no, vamos a
hacer otras cosas.
Después de un discurso diciéndonos a que nos enfrentaríamos, nos llevó a
las áreas verdes del batallón, ya estando allí, le dijo a otros “reclutas” que
fueran por una escobas, y nos puso a barrer las canchas de básquetbol y a
recoger las basura que había cerca.
Así pasamos los primeros días en la unidad, barriendo, tendiendo camas, trapeando, entre
otras actividades de limpieza.
Después de algunos días, llego un soldado con el Sgto. Y le dijo algunas
cosas, y después el Sgto. Se dirige conmigo y me dice…
Tu eres ¿***** Rodríguez?--- me pregunto
Si mi sargento--- le conteste.
Te hablan en la comandancia, así que apúrate, ya tienes que estar allá…
Salí apresuradamente hacia la comandancia, y llegando allí le pregunte
que donde se encontraba el Sgto. Que me había mandado a traer… y me dijo que en
la parte alta… subí por las escaleras, un poco nervioso, porque todo el
personal que allí se encontraba se me quedaba mirando, llegue hasta el Sgto.
Quien me pregunto…
¿Tú eres ****** Rodríguez?
Si señor….
El señor está en el cielo, aquí soy tu Sargento---
Si mi Sargento…
Me pidió que le mostrara mis manos, para ver si estaban en buenas
condiciones para poder plasmar mis huellas digitales en las hojas del contrato,
después de plasmar mis huellas me hizo firmas varias hojas, me tomo varios
datos más, después de unos 15 minutos me dijo que ya me podía retirar, y me
regrese con mis compañeros…
Algunos me preguntaban qué a que había subido…
Otros me decían que si ya avía firmado…
Ya después de unos días, ya me sentía un poco, “cómodo” dentro de la
unidad, después el Sgto. Nos llamó a formar en las canchas de basquetbol y
comenzó a nombrar a varios compañeros que ya habían causado alta, y que ya
tenían que prepararse para salir a su adiestramiento, mientras que los otros
teníamos que esperar a que causáramos alta como soldados y poder prepararnos
para también salir a nuestro adiestramiento básico…
Ya cerca de 20 días después el Sgto. Nos volvió a llamar para mencionar
a los nuevos “reclutas” que ya habían causado alta, y entre ellos me encontraba yo, por fin
después de una larga espera ya iba a poder comenzar mi adiestramiento para ser
soldado... pero antes tendríamos que hacer varias cosas más, un día uno de mis
compañeros que habían ingresado conmigo y que venían también de la misma ciudad
que yo, se desertó, no hubiera mayor
problemas si no fuera porque compartíamos el mismo casillero y al momento que
se desertó no solo se llevó sus cosas, sino que también se llevó mis cosas y no
me dejo con nada más que lo que traía puesto, pase unos 3 días con la misma
ropa, hasta que llego el resto del batallón y con ellos mi primo,
Cuando nos vimos nos saludamos y me dijo entre otras cosas…
¿Ya causaste alta?--- me pregunto
Ya, pero que crees---
Que paso----
Me robaron mis cosas--- le dije
Como que te robaron tus cosas, ¿Cómo?
Pues un cabron que llego conmigo y que compartíamos el casillero se
desertó y se llevó mis cosas también…
No mames… que poca madre…
Pues si…
Aguántame tantito, ahorita te busco--- me dijo.
Después de una hora yo estaba con los demás “reclutas” cuando llego mi
primo ya vestido de civil se acercó al Sgto. Para pedirle permiso para que me
dejaran acompañarlo, el Sgto. Ya sabía lo que me había pasado, así que acepto a
que yo saliera con mi primo,
Mi primo me llevo a comprarme ropa, y todo lo que me hacía falta, la
verdad no sé cómo agradecerle todo lo que me ayudo estando dentro, ya que él
tenía más experiencia que yo.
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